En el atornillado directo, son los propios elementos de fijación los que crean la rosca al ser atornillados sin arrancar virutas.

Gracias a que no se interrumpe el recorrido de las fibras y al endurecimiento por deformación en frío que sufre el material, este método de conformado sin arranque de viruta genera una rosca de gran capacidad de carga. Los fijadores de rosca adicionales (por ejemplo según DIN 267-27/28) se vuelven innecesarios.

Las roscas así generadas son roscas métricas ISO, compatibles con las piezas normalizadas. Además, dichas roscas no presentan holgura y son autoblocantes. Los tornillos autorroscantes se pueden utilizar en todos los materiales dúctiles, es decir, aquellos susceptibles de conformación plástica.